A continuación, se enumeran una serie de recomendaciones generales a todas las especies y producciones:

-Brindar una alimentación adecuada en cantidad y calidad, acorde a la etapa productiva del animal (cría, recría o terminación, mantenimiento, lactación, etc.)

-Permitir un fácil acceso a agua fresca de calidad.

-Proteger a los animales de las inclemencias del clima, por medio de sombra y reparos o refugios.

-Construir las instalaciones de manejo teniendo en cuenta el confort de los animales y evitar todo tipo de saliencias u objetos que pudieran lastimarlos.

-En casos de traslado, hacerlo en transportes habilitados que reúnan las condiciones y evitar subir animales que sean incapaces de moverse por sí solos, presenten heridas graves, superen el 90% de preñez o hayan parido la semana anterior, o se trate de animales recién nacidos.

-Elaborar planes de contingencia ante situaciones extremas como sequías, incendios, inundaciones, etc.

-Favorecer la expresión de los comportamientos específicos de cada especie, atendiendo a las necesidades de espacio, descanso, exploración, comodidad y conducta social y, cuando sea necesario, proveyendo elementos para enriquecer el ambiente.

-Capacitar al personal en bienestar animal.

-Promover una relación humano-animal positiva y no provocar heridas, miedo duradero ni estrés evitable.

-Respetar el plan sanitario de acuerdo a la especie y a la zona de producción.

-Brindar atención veterinaria en casos de heridas o enfermedad.

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