Inaugurado en diciembre de 2013, el MAR (Museo de arte contemporáneo de la Provincia de Buenos Aires) es uno de los museos más grandes y modernos del país y uno de los pocos diseñados y construidos para tal fin.

Con más de 7.000 m2 se convirtió en un nuevo polo cultural de atracción en la zona norte de la ciudad de Mar del Plata. Sus muestras fueron visitadas por millones de personas en estos once años de vida, y miles participaron de los recitales, conferencias, proyecciones de cine, festivales y mucho más, con entrada libre y gratuita.

El mismo está ubicado en Av. Félix U. Camet y López de Gomara, Mar del Plata, y sus horarios son de martes a domingos de 16 a 22hs.

Actualmente, está abierta al público en las salas 1 y 2 del Museo la muestra “Lo que la noche le cuenta al día”, obra concebida por el Padiglione d’Arte Contemporanea (PAC) de Milán con la curaduría conjunta de Andrés Duprat- director del Museo Nacional de Bellas Artes- y Diego Sileo, del PAC.

La muestra recorre las violencias de nuestro país señados por el arte, a través de obras consagradas y, en este caso particular, por site «specific» especialmente realizados para el Museo MAR. Los artistas de las mismas son: Eduardo Basualdo, Mariana Bellotto, Adriana Bustos, Matías Duville, Leandro Erlich, León Ferrari, Ana Gallardo, Alberto Greco, Jorge Macchi, Liliana Maresca, Marta Minujín, Cristina Piffer, Liliana Porter, Nicolás Robbio, Miguel Rothschild, Graciela Sacco, Alessandra Sanguinetti, Tomás Saraceno, Mariela Scafati, Juan Sorrentino y Adrián Villar Rojas.

Además, en la sala 3 se presenta «Todo lo que nos queda es un diario», un proyecto curatorial que configura el segmento Pleamar Multimedial y que por segunda vez despliega un conjunto de creaciones artísticas.

Javier Sandoval Velasquez es el curador de la muestra colectiva y señaló que “Todo lo que nos queda es un diario no es una invitación a la nostalgia ni un manifiesto al futuro; es un indicio de la persistencia de la memoria, de la circularidad del tiempo y de la necesidad urgente de reconfigurar nuestra relación con la Tierra y con los relatos que nos han traído hasta aquí. Porque quizás, al final, lo único que nos quede sea precisamente eso: un diario en el que el futuro y el pasado escriben juntos el destino de la humanidad”.

Aquí, desde la confluencia del arte y las tecnologías –analógicas y digitales– los y las artistas proponen distintas reflexiones tecnopoéticas en torno dos ejes conceptuales: futuros especulativos y pasado progresivo. La sala se convierte así en un lugar donde los vestigios se miran a sí mismos en los reflejos especulativos de lo que está por venir, invitando a reflexionar sobre la persistencia de los vestigios y las huellas del pasado en nuestras sociedades contemporáneas, así como a imaginar posibles futuros marcados por la incertidumbre y la especulación tecnológica.

Finalmente, junto con la inauguración del MAR, nació el “Lobo Marino de Alfajores” creado por la artista Marta Minujín, específicamente para el Museo y la primera obra patrimonio del MAR. La instalación mide 10 metros de altura, fue realizada en hierro y metal, y está recubierta por 50.000 envoltorios de alfajores Havanna.

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