Con tecnología inteligente, las ciudades británicas determinan las medidas del espacio para los peatones: el 70 % tiene menos de tres metros de ancho.

 

Las aceras o veredas, esas infraestructuras urbanas dispuestas para que los ciudadanos se desplacen de un lugar a otro a través de la caminata, son, en la mayoría de ciudades latinoamericanas un asunto agridulce: solo en algunos sectores prósperos estas cuentan con amplitudes de seis, siete o más metros, en el resto del territorio, la necesidad de darle más espacio a los vehículos y la poca importancia que ha tenido el peatón en la planificación, hacen que en general que estas sean muy estrechas, en el mejor de los casos o no existan, en el peor de ellos.

De allí que la actual crisis sanitaria por cuenta del COVID-19 y su medida básica del distanciamiento social, la separación recomendada de 2.0 metros entre cada persona, sea hoy un asunto crítico y más cuando tiene como escenario la calle, ese espacio democrático siempre llamado a la interacción. ¿Pero sabe su ciudad si sus aceras son aptas para mantener esa esencial medida sanitaria para proteger la vida y permitir la cotidianidad?

Los británicos se dieron a la tarea de responder esa pregunta gracias al análisis espacial del Sistema de Información Geográfica (SIG o GIS, por sus siglas en inglés) sumado a la tecnología de ubicación inteligente de la firma Esri UK, proveedora de sistemas de ubicación geográfica desde la década de los 60 y dueña del conocido ArcGIS que, como indica su página oficial “Conecta lo aparentemente desconectado con el conjunto más completo de métodos analíticos y algoritmos espaciales disponibles”.

Y eso fue lo que hicieron: a través de estos sistemas llegaron a la conclusión de que el 70 % de las aceras de las ciudades del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) tiene menos de tres metros de ancho, lo que impediría mantener los 2.0 metros de separación entre cada peatón.

Mientras las autoridades de las ciudades del mundo ya empiezan a flexibilizar las medidas de confinamiento y la extrema situación económica obliga a iniciar actividades comerciales e industriales; se les exige a los ciudadanos extremar los cuidados para evitar la propagación del virus acatando las normas básicas como el distanciamiento. A ello se suma la recomendación de no aglomerarse en los transportes públicos por lo que la movilidad activa (caminata y bici) se han posicionado como la mejor y más sana manera de moverse, cuando los modos habituales bus, tranvías, trenes y metros; se limitan a máximo el 35 % de capacidad. ¿Pero cómo hacerlo sin aceras o veredas aptas?

Con sus mediciones, Esri UK determinó que solo el 30 % de las aceras tiene mínimo tres metros de ancho; el 36 % mide entre dos y tres metros y el 34 % tiene menos de dos metros de amplitud.

“El mapa de aceras está diseñado para ayudar a las autoridades locales y las organizaciones relacionadas a priorizar sus esfuerzos, para garantizar la seguridad del público, ya que las restricciones de confinamiento se están reduciendo gradualmente”, dijo Paul Clarke, jefe de relaciones con gobiernos de Esri UK. “Al darles una vista instantánea de la situación a la que se enfrentan, el mapa reduce el tiempo necesario para medir manualmente los pavimentos y no depender de registros que pueden estar desactualizados”, indicó el experto a Smart Cities World.

Herramientas de mapeo como estas les aportan a los tomadores de decisiones o las autoridades sanitarias a conocer sectores con mayor riesgo que otros, poblaciones vulnerables y de esta manera decidir acciones sanitarias o de intervención de comunicación, o despliegue de voluntarios, entre otras.

Esta firma británica ha dispuesto el uso de ArcGIS de manera gratuita y ha abierto también 80 niveles distintos de datos de ubicación entre los que se incluye casos de COVID-19, salud, infraestructura y población; ello como parte de su Centro de Datos COVID-19, plataforma que se actualiza permanentemente.

“El fácil acceso a los datos actuales del ancho del pavimento ayudará a todos los consejos a tomar decisiones más rápidas con mayor certeza y garantizará que caminar sea lo más seguro posible”, indicó Clarke. (Fuente: LA Network)

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